
No me canso de repetirmelo una y otra vez. Por mucho que me intente mentir a mi misma, que intente olvidarte, diciendole a todo el mundo que para mi no eres si no un amigo más, que ya no me afectas, que no hay nada entre los dos, y que jamás lo habrá. Entonces, me llueven ciento de razones para pensar en todo lo contrario. Para quererte. Para ilusionarme. Para seguir. ¿Por qué?. Si sé que detrás de todas esas sonrisas, ilusiones, esperanzas, hay una avalancha apunto de llevarselas por delante. Se me vuelve a caer el mundo encima. Y todo se convierte en lagrimas, confusión, celos, dolor... ¿Yvos?, estás demasiado pendiente de tu vida como para darte cuenta de que estoy en el suelo y extenderme tu mano. ¿Y yo?, me vuelvo a quedar sola, enfrentandome con la realidad que siempre que me ve feliz, viene a joderme. Y sinceramente, por muchas vueltas que le doy, jamás entenderé porqué.
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